El calendario avanza hacia el otoño y, con él, el campo extremeño despierta con uno de los espectáculos más impresionantes de la naturaleza: la berrea. Las primeras lluvias refrescan la dehesa, el aire se impregna de humedad y los grandes machos salen de la espesura para hacerse oír, marcando su territorio con bramidos que estremecen al más veterano cazador y fascinan a quien lo presencia por primera vez.
En ESTÉLLEZ CAMPO Y CAZA vivimos este momento como la antesala perfecta a nuestra temporada de monterías. La berrea no solo es un símbolo de vida y fuerza salvaje, también es un recordatorio de la estrecha relación entre la caza, la conservación y la tradición. El sonido grave de los venados retumba entre sierras y dehesas, anunciando que la naturaleza sigue su ciclo, y que pronto llegará el tiempo de la montería.
Otoño: tradición y pasión
El otoño en Extremadura es mucho más que una estación: es un encuentro con la esencia de la caza. Los días comienzan a acortarse, los campos se tiñen de ocres y la bruma matinal cubre las sierras donde dentro de pocas semanas resonarán los ecos de las rehalas y los lances monteros.
Para quienes vivimos esta pasión, la berrea marca un punto de inflexión. Es el preludio de jornadas en las que se mezcla la emoción del lance, la camaradería entre puestos y la continuidad de una tradición que ha sido transmitida de generación en generación.
La cuenta atrás hacia las monterías
En ESTÉLLEZ CAMPO Y CAZA ya tenemos todo preparado para dar comienzo a la temporada 2025-2026 de monterías en Extremadura. Cada finca, cada mancha, cada detalle está cuidado para ofrecer a nuestros monteros una experiencia única, siempre bajo un mismo compromiso: caza, tradición y respeto por el campo.
La berrea es el rugido que nos recuerda que estamos a las puertas de nuestra gran cita anual. Y este año, como siempre, queremos compartirla con vosotros.





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